Antes de empezar tengo que aclarar que no soy demasiado aficionado al deporte como espectador. Y menos al fútbol, que no lo considero un deporte (no al hecho de dar patadas a un balón, sino a la mitología que se ha creado a su alrededor), sino un espectáculo y una excusa para iniciar discusiones, peleas y hasta batallas campales, lo que lo pone en el grupo de temas polémicos como política, religión o conversaciones familiares en comidas navideñas.
Lo aviso para poner fácil las críticas a quienes opinen diferente a mí, que serán muchos y seguro que con mejores argumentos.
Y ahora nos metemos en harina.
Me ha llamado la atención cómo ha tratado el mundo informativo (me voy a limitar a la prensa, aunque se puede hacer extensible a radio y televisión) dos tragedias aéreas sucedidas en un mes más o menos. En una de ellas fallecieron 71 personas y sobrevivieron 6. En la otra han muerto los 92 pasajeros y tripulantes.
El primer accidente se produjo el 28 de noviembre de 2016 y se conoce ya como el del avión del Chapecoense, equipo de fútbol brasileño, una parte de cuya plantilla viajaba en la aeronave accidentada.
Hasta hay una entrada en la Wikipedia donde se detalla el accidente, se hace un recorrido por la historia de la compañía propietaria del avión y hasta se relacionan uno a uno los pasajeros.
El segundo siniestro no tiene un nombre concreto, es un accidente aéreo más, aunque en el avión viajaban 64 componentes del mítico Ensemble Aleksándrov, más conocido fuera de su país como el Coro del Ejército Ruso.
Lo más cercano en cuanto a referencias a los integrantes del Coro es la anécdota de que entre las víctimas se encuentra el solista Vladislav Golikov, que se hizo famoso en Youtube por interpretar, junto con sus compañeros músicos, la jota de La Dolores.
Mirando un poco por encima veo que la Associação Chapecoense de Futebol, nombre oficial del Chapecoense, es un club con 43 años de historia, de trayectoria irregular, pero que ha sido capaz de mantenerse vivo a pesar de los contratiempos y hasta de llegar a la final de la Copa Sudamericana de 2016.
Veo por otro lado que el Ensemble Aleksándrov fue fundado en 1928 y sigue actualmente en activo a pesar de ser un vestigio de la desaparecida Unión Soviética. Cuenta con más de 200 integrantes que se estructuran en una orquesta, un coro y un grupo de danza (todos hombres). Su repertorio se extiende hasta las 2000 piezas, que abarcan temas populares, floclore ruso o himnos eclesiásticos entre otros, y han actuado en más de 70 países incluyendo zonas de conflicto (es decir, que están a tiros).
Tecleo en el buscador por excelencia "coro ejercito ruso accidente" (sin las comillas) y me aparecen enlaces haciendo referencia a lo del canto de la jota, otros donde se menciona el accidente de avión, pero sin citar a los músicos, y otros más que sí tienen en cuenta la importancia de los desaparecidos (dejando claro, por supuesto, que cualquier víctima de accidente es importante). En resumidas cuentas, titulares para todos los gustos.
Tecleo "accidente chapecoense" y en todos o casi todos los resultados aparece la palabra chapecoense, bien unida a "avión" o bien a "accidente".
Buscando sin mucho criterio en periódicos y portales de noticias encuentro ejemplos como estos:
En actualidad.rt.com, un portal argentino, respecto al accidente del equipo de fútbol aparecen los siguientes titulares (sin entrar en el contenido de la noticia):
(30/11/2016) Una petición del piloto del avión que llevaba al equipo Chapecoense fue rechazada por Brasil
(2/12/2016) ¿Premonitorio? Un tripulante del avión del Chapecoense dejó un extraño mensaje en Facebook
(26/12/2016) Colombia: Se confirman las causas de la tragedia del avión del Chapecoense
Y, en cuanto al avión ruso:
(27/12/2016) Tragedia del Tu-154 sobre el mar Negro
(27/12/2016) Hallan la principal caja negra del avión ruso siniestrado en el mar Negro
(26/12/2016) Los factores clave para hallar a las víctimas de la tragedia aérea del Tu-154
En el diario, también argentino, Clarin:
(27/12/2016) Colombia confirma que el avión del Chapecoense se quedó sin combustible
(25/12/2016) Cayó un avión militar ruso que iba a Siria: hay 92 muertos
(25/12/2016) Vladislav, el cantante de jota del Ejército Rojo que murió en el avión estrellado en el Mar Negro
Buscando portadas también al azar veo que el diario español El Mundo presenta así los dos accidentes (un punto a favor para ellos)
Esto es lo que aparece en el también español El País:
Y, para rematar la faena, el 26 de diciembre nos despertamos con la noticia de la muerte de George Michael, y resulta inevitable para los medios de información hacer recuento de un año negro en cuanto a fallecimiento de músicos se refiere.
Artículos como este en El Mundo nos recuerdan a Bowie, Cohen o Prince y, por supuesto, George Michael, que fallece después del accidente del avión ruso.
En un artículo más exhaustivo de 20 Minutos se relaciona a los músicos desaparecidos este 2016 incluyendo a personajes tan importantes como Bowie, Prince y compañía, pero menos conocidos individualmente al haber formado parte de grupos de renombre, como Paul Kantner de Jefferson Airplane, Keith Emerson o Greg Lake de Emerson, Lake and Palmer o Maurice White de Earth, Wind and Fire entre otros.
También recuerda a la estrella del soul Sharon Jones o al músico de country Merle Haggard, aunque deja de lado a Juan Gabriel y a los músicos rusos.
He vuelto a hacer uso del buscador tecleando "musicos muertos 2016" y limitando las búsquedas a las últimas 24 horas. Encuentro relaciones sobre todo de músicos y actores que se han marchado para siempre en 2016, pero los integrantes del Coro del Ejército Ruso no aparecen en ninguna de ellas.
Es posible que con el paso de los días la situación cambie en cuanto a titulares y este rollo patatero se quede obsoleto, pero de momento es lo que he visto, ya digo, sin profundizar demasiado.
Esto no pretende ser una reivindicación del Coro del Ejército Ruso ni tampoco una crítica a los medios informativos. Es solo una reflexión sobre cómo un mismo hecho, según a quién y dónde suceda, tendrá más o menos repercusión y la manera en que el manejo de la información por parte de los profesionales (muchas veces de manera involuntaria) nos conduce por un camino que, salvo los que seáis un poco críticos o despiertos, recorremos sin inmutarnos.
Podríamos extender este comentario a países en conflicto o situaciones injustas o peligrosas que, por repetitivas o por lejanas, ya no interesan como noticia, aunque, como he dicho o diré en otras entradas, esto se lo dejaremos a los listos, porque yo no doy para más.
Así que termino con un recuerdo para estos excepcionales músicos de Rusia y alrededores, para el resto de personajes famosos que han hecho algo positivo en su vida por el resto de la Humanidad y que también nos han dejado y para los fallecidos no famosos, porque todas o casi todas las personas que se marchan van a pasar a la posteridad en su círculo de familiares y amigos.
Una reflexión interesante. Por mi parte sí es una crítica a los medios de comunicación (constructiva, espero, y con las honrosas excepciones que en todos los ámbitos de la sociedad siempre hay), dado que la sensación que transmiten es la de preferir la cantidad de audiencia a la calidad de la información.
ResponderEliminarPero, evidentemente, no son los únicos responsables. En nosotros mismos está el problema. Hablando de fútbol, aún recuerdo a una emocionada Esperanza Aguirre calificando de “héroes” a los jugadores de la selección española de fútbol por haber ganado, no recuerdo si un mundial, un europeo, o las dos cosas. Ella no fue la única en utilizar tal calificativo; pero en un dirigente político, que debería estar cerca de la gente y de sus problemas, no me parece muy apropiada la expresión. Creo que, puestos a buscar "héroes" se me ocurren muchos antes que los jugadores de fútbol (incluso dentro del deporte). No critico el justo homenaje, sino la ciega exaltación.
Para terminar el comentario anterior, quisiera referirme, precisamente, a uno de esos genios prematuramente desaparecidos. Juan Antonio Cebrián comentaba en un programa algo como que, cada día, media docena de genios morían en el anonimato. Es la pura verdad. La lástima es que, ese anonimato, muchas veces, no se deba a lo desconocido del personaje o a su discreta labor (por muy genial que sea), sino al ostracismo por parte de quienes “seleccionan” qué y qué no interesa recordar, homenajear o reverenciar.
ResponderEliminarPero en nuestras manos está el contribuir (como hace este artículo) a compensar ese tipo de injustas situaciones.
Y para hacer mi propia aportación, y hablando músicos fallecidos en 2016, me gustaría reivindicar a nuestro Manolo Tena. Personalmente, su última etapa musical no me interesó demasiado (aparte de que creo que fue bastante complicada en lo personal). Pero merece ser recordado entre esas figuras relevantes y personales que fueron allanando el camino del rock español en una época en que las cosas eran bastante más complicadas que hoy.
Es vergonoso haberme olvidado de Manolo Tena, pero debió ser el primero o de los primeros en el obituario musical de 2016 y ya ni me acordaba. A mí su etapa en solitario tampoco me gusta, pero parece que fue con la que más éxito tuvo, y hay que alegrarse de que, al menos durante un tiempo, haya podido tener el reconocimiento público que se merecía, aunque no sea por su etapa en Cucharada y Alarma.
EliminarY, hablando de héroes, el otro día me llego un correo diciendo que había muerto el doctor Donald Henderson, que lideró desde 1960 el equipo de la OMS encargado de erradicar la viruela. Lo consiguieron por fin en 1980. Pero Henderson no va a ser un referente para casi nadie porque no tenía un Ferrari (supongo) ni salía en los programas de cotilleos.
Gracias por el comentario.