Llevamos tanto tiempo sin hacer entradas de Halloween en el blog que este año, a falta de una, ahí van dos.
Y qué mejor sitio para celebrarlo que Galicia, con su Samaín, adaptación del ancestral Samhain celta. En lo más recóndito de esta tierra se desarrolla la trama de O apóstolo, o El apóstol en castellano.
Tengo que reconocer que conocí esta película por la publicidad previa al estreno, allá por 2012. Su siniestro cartel llamaba la atención, como también la llamaba el que fuera una película de animación cuadro a cuadro (o stop motion que dicen los entendidos) española. Pero esa dejadez de "a ver si voy a verla" me hizo olvidarme del asunto hasta diez años después.
Por desgracia no fui el único que, o bien no puso el suficiente interés, o bien ni se enteró de su estreno, ya que su llegada a los cines coincidió con la última por aquel entonces de James Bond: Skyfall y, para los amantes del terror más directo, con Sinister. Así, de las 80 salas prometidas por la distribuidora, fueron menos de veinte las que la proyectaron ese fin de semana. Según cuenta su director, Fernando Cortizo, en una entrevista en el canal de Youtube Frikeame Deluxe , las salas reticentes le prometieron la exhibición más adelante, y parece ser que todavía no ha llegado ese más adelante.
También lo tuvo difícil en los premios Goya, en los que compitió contra Las aventuras de Tadeo Jones, mucho más fácil de digerir por toda clase de público, que fue la que se hizo finalmente con el Goya.
Y no lo tuvo más fácil como candidata a los Oscar, con rivales de la talla de Gru 2 o la imbatible y finalmente vencedora Frozen.
No obstante, en general y fuera de nuestro país, por donde pasaba se hacía con un premio.
Y ahora, diez años después, sus responsables la ponen al alcance de todo el mundo de forma gratuita para celebrar esa década de vida y, de paso, para darle por su cuenta esa promoción que nunca tuvo y que sin duda merecía.
Aunque no sé el tiempo que será accesible, de momento la podéis ver con una gran calidad en su página oficial y también directamente en Youtube , donde además figura una relación de los festivales en los que ha participado. También nos dan la posibilidad de colaborar monetariamente a fin de recuperar al menos una parte de la inversión inicial de algo más de cinco millones de euros, que ni por asomo se cubrió con la exhibición en cines y la venta en DVD.
En la parte artística encontramos, junto a profesionales españoles, a animadores y técnicos que participaron en su momento en títulos de éxito, como La novia cadáver, El señor de los anillos, Frankenweenie o Los mundos de Coraline. Y en la parte interpretativa prestaron sus voces actores y actrices de la talla de Luis Tosar, Jorge Sanz, Geraldine Chaplin o Paul Naschy, en lo que sería su última aventura cinematográfica, que no pudo ver terminada.
Curiosamente, el doblaje no se hizo de la manera habitual, en un estudio donde cada día pasa un actor a poner voz a su personaje. En este caso prácticamente se rodó una película de imagen real previa a la de animación, con los actores interpretando sus diálogos interactuando entre ellos en parajes similares a los que luego vemos recreados en la pantalla, lo que da gran fidelidad al sonido directo.
También le cabe el honor de haber sido la primera película de animación stop motion europea rodada en formato 3D.
La parte visual es impresionante. El detalle minucioso de los decorados, la iluminación y el ambiente en general, reforzado por fondos digitales perfectamente integrados, dan la impresión de que nos encontramos en una aldea real, lo mismo que sucede con la recreación de la fachada principal de la catedral de Santiago, otro escenario protagonista de la película digno de un museo, como así ha acabado ocurriendo según cuenta Fernando Cortizo en la entrevista antes citada del canal Frikeame Deluxe.
Y la música no desmerece del resto. La banda sonora de Philip Glass, compositor estadounidense con más de 50 años de trayectoria, Xavier Font y Arturo Vaquero (conocido como Humanoid en el ámbito de la música electrónica) es el complemento perfecto para esta historia que, sin llegar a ser estrictamente de terror, sí resulta inquietante, quizá más cercana a ese terror gótico que miedo, lo que se dice miedo, no da, pero que hace disfrutar de lo siniestro.
La historia se desarrolla en Xanaz, una pequeña aldea imaginaria de la Galicia profunda, lindante con un tétrico bosque por el que hasta vemos deambular a la mismísima Santa Compaña y que se encuentra cerca de la ruta del Camino de Santiago.
Para los que leáis esto desde fuera de España y no conozcáis Galicia, os diremos que, si se hiciera una lista de lugares del mundo donde las leyendas y la realidad se mezclan de una forma natural, Galicia ocuparía uno de los primeros puestos. Y la Santa Compaña es una de esas leyendas, incluso realidad para algunos. Comitiva de almas en pena que vaga por nuestro mundo durante la noche y con la que no es nada recomendable toparse. Aunque esta misma leyenda se repite en otros lugares de España y del resto del mundo con distintos nombres, es parte inseparable de la tradición mágica gallega.
Volviendo a la película, el protagonista es Ramón, a quien el inicio de la historia sorprende en plena fuga de la cárcel acompañado de Xavier, ladrones de profesión y hasta de tradición familiar en el caso de Ramón. Durante su deambular por las alcantarillas de la prisión buscando la salida nos enteramos por su conversación de que Xavier pasó por Xanaz tras un robo de joyas huyendo de la policía. En la aldea escondió las joyas robadas en la casa en la que se hospedó, y la intención de los prófugos es regresar para recuperarlas.
Un malentendido hace que solo Ramón pueda escapar finalmente de la cárcel y es el que vive la extraña aventura en la perdida aldea gallega, donde es recibido por unos amables aunque inquietantes aldeanos encabezados por don Cesáreo, el párroco de la zona, con un aspecto que homenajea claramente al Nosfetaru de Murnau.
Finalmente Ramón averigua la verdad sobre los habitantes de Xanaz en la biblioteca de don Cesáreo a la vez que el espectador la descubre al más puro estilo Disney, con una canción (bastante tétrica y muy acorde al resto de la poco tranquilizadora música de fondo) ilustrada por una sucesión de lo que podríamos definir como dibujos recortables en movimiento.
Como corto aislado, incluso como avance de la película habría sido muy original, pero, para mi gusto, rompe la continuidad de la trama y del estilo del resto de la cinta.
Paralelamente a la aventura de Ramón se desarrolla la del arcipreste de Compostela, en busca de una comitiva venida desde Lourdes para otorgarle una condecoración. La comitiva no aparece y el Arcipreste se dirige a su encuentro, esperando localizarla en el último paradero conocido, que, casualmente, es también la aldea de Xanaz. El arcipreste, descacharrante personaje que refleja lo más bajo de la parafernalia católica y que posiblemente haya desquiciado al gremio de los ofendiditos, es el encargado de poner la nota cómica.
Una vez que coinciden ambas historias la acción se precipita a su final. Otro momento en que la
película flojea, al resolver la trama de una forma demasiado precipitada. Los hilos pendientes concluyen en escasos minutos y de una manera poco llamativa aunque muy trabajada técnicamente.
Es de agradecer el detalle de sus responsables de ponerla de manera gratuita a disposición del público y, aunque supongo que será mucho pedir, sería más de agradecer todavía una versión en blu-ray en el formato original 3D y cargada de los extras que poco a poco van apareciendo en Youtube. Al parecer sí habrá una edición actualizada y con extras, pero dudo que en 3D, aunque, quién sabe. La película se estrenó en vísperas de Todos los Santos y se recupera ese mismo día, a ver si con tanto derroche de santidad se produce el milagro.
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