Se dice que una imagen vale más que mil palabras, pero en este caso podemos asegurar que vale más que dos. O que cuatro, según digamos simplemente Max Wright o Max Wright-Willie Tanner.
Aunque el nombre no nos dijera nada, a los espectadores de cierta edad de esas series de veinte minutos repletas de chistes, juegos de palabras y situaciones surrealistas conocidas como sitcom, la foto de la cara delgada de Willie con sus gafas ochenteras nos traería a la mente de manera inmediata una de las más originales que se vieron allá por el último cuarto del siglo XX.
También es inevitable pensar en Willie cuando se oye la palabra Alf (iniciales de alien live form en inglés) referida a ese pequeño ser peludo, comilón, egoísta, patoso, cargante, aficionado a los gatos (como parte del menú), pero también simpático, optimista y alegre.
Por desgracia Alf se ha quedado huérfano de padre adoptivo, porque su querido Willie ha pasado a mejor vida a los 75 años a causa de un cáncer que le estuvo dando la lata durante una larga temporada.
Es más, siendo objetivos, ya una parte de Alf nos había dejado en 2016 cuando el húngaro Mihaly (Michu) Meszaros inició su propio viaje al más allá. Él era el encargado de cubrir sus poco más de ochenta centímetros de altura con el peludo traje del extraterrestre para las tomas de cuerpo entero.
También se marcharon John La Motta (el vecino Trevor Ochmonek, o Trevor Armonía en su versión española) en 2014 y Anne Meara (la enemiga íntima de Alf y madre de Kate, la esposa de Willie) en 2015.
Visto en conjunto, si entramos en el terreno paranoico-conspiranoico, podríamos hablar de la maldición de Alf, porque vamos a un muerto por año, pero tampoco es de extrañar semejante desfile tratándose de una serie con tres décadas de antigüedad y considerando además que algunos de sus protagonistas y secundarios no eran precisamente niños.
Aunque el nombre no nos dijera nada, a los espectadores de cierta edad de esas series de veinte minutos repletas de chistes, juegos de palabras y situaciones surrealistas conocidas como sitcom, la foto de la cara delgada de Willie con sus gafas ochenteras nos traería a la mente de manera inmediata una de las más originales que se vieron allá por el último cuarto del siglo XX.
También es inevitable pensar en Willie cuando se oye la palabra Alf (iniciales de alien live form en inglés) referida a ese pequeño ser peludo, comilón, egoísta, patoso, cargante, aficionado a los gatos (como parte del menú), pero también simpático, optimista y alegre.
Por desgracia Alf se ha quedado huérfano de padre adoptivo, porque su querido Willie ha pasado a mejor vida a los 75 años a causa de un cáncer que le estuvo dando la lata durante una larga temporada.
Es más, siendo objetivos, ya una parte de Alf nos había dejado en 2016 cuando el húngaro Mihaly (Michu) Meszaros inició su propio viaje al más allá. Él era el encargado de cubrir sus poco más de ochenta centímetros de altura con el peludo traje del extraterrestre para las tomas de cuerpo entero.
También se marcharon John La Motta (el vecino Trevor Ochmonek, o Trevor Armonía en su versión española) en 2014 y Anne Meara (la enemiga íntima de Alf y madre de Kate, la esposa de Willie) en 2015.
Visto en conjunto, si entramos en el terreno paranoico-conspiranoico, podríamos hablar de la maldición de Alf, porque vamos a un muerto por año, pero tampoco es de extrañar semejante desfile tratándose de una serie con tres décadas de antigüedad y considerando además que algunos de sus protagonistas y secundarios no eran precisamente niños.